jueves, 4 de mayo de 2017

¿qué razón tengo para no ir de manera gozosa, con todo mi corazón y voluntad, hacer todo lo que sé que es agradable para ese Padre ?

“Aunque soy un hombre indigno y merezco condenación, mi Dios me ha concedido en Cristo todas las riquezas de justicia y salvación sin ningún mérito de mi parte, por su pura y gratuita misericordia, de modo que de ahora en adelante no necesito nada más que la fe para creer que esto es verdad. Por tanto, ¿qué razón tengo para no ir y, de manera libre, gozosa, con todo mi corazón, y dispuesta voluntad, hacer todo lo que sé que es agradable y aceptable para ese Padre que me ha inundado con sus riquezas incalculables? Por lo tanto, me entregaré como Cristo a mi prójimo, tal como Cristo se entregó por mí; nada haré en esta vida excepto lo que estime necesario, provechoso, y saludable para mi prójimo, ya que mediante la fe tengo en abundancia toda buena dádiva en Cristo”.

Martín Lutero